La exclusión se presenta claramente en la sociedad desde
muchas perspectivas, provocada por la migración o el éxodo rural, la dispersión
de las familias, la urbanización desordenada, etc. La crisis social que
vive el mundo actual se combina además con una crisis moral donde las premisas
son la violencia y la delincuencia.
Una de las primeras causas de los conflictos y de las
guerras es la exclusión, económica, política, de origen étnico y religión.
El día que logremos desplazar la
cultura de la fuerza, de la imposición, de la violencia, de la guerra, por la
cultura de la tolerancia, del diálogo y de la paz, entraremos en una nueva
época, en la que los seres humanos habrán alcanzado la altura de su grandeza.
(Mayor Zaragoza, 1999)
La educación puede ser
un factor de cohesión social si procura transformar la diversidad en un
factor positivo de entendimiento mutuo entre los individuos y los grupos
humanos y al mismo tiempo evita ser (ella misma) un factor de exclusión social.
(UNESCO)
En la escuela, la exclusión es conocida también como
fracaso escolar (25%) , a través de los alumnos que presentan NEE, alumnos
sobresalientes, la rigidez del currículo, los procesos de selección y
evaluación, etc.
En las últimas décadas se ha venido hablando del papel
de la escuela respecto a la inclusión, especialmente con los grupos vulnerables
(NEE). El concepto de integración ha sido clave en este proceso, sin embargo ha
sido restrictivo, entendiéndose que las personas deben luchar casi de modo
individual, por conseguir integrarse en la sociedad tal y como es y al hacerlo,
capacitarse ellas mismas.
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